Mientras tanto, dejé abierta la pregunta a lo que se puede llevar uno de mí. Sin embargo, mi respuesta de este curso la estoy terminando de preparar. La tengo que pensar bien porque son experiencias, cada una con nombre y apellido. Sin embargo, por cada una de ellas, por cada palabra, disgusto, alegria y tristeza, por cada momento compartido y por cada omisión, puedo y debo decir: ¡Gracias! Porque la vida mía no es solo corregir exámenes o "dar" clases de religión: es conocer personas, cogerles cariño y vivir esta nostalgia del final.
No hay comentarios:
Publicar un comentario